Una de las conversaciones más difíciles para tener con los niños es explicarles que sus padres se separan o se divorcian, pero muchas veces no sabemos cómo hacerlo. La realidad es difícil entender este tipo de situaciones, puede muchas veces generar, temor, ansiedad y hasta culpabilidad.
Como padres debemos que estar conscientes de la importancia y repercusiones que tendrá este episodio en el desarrollo de tu hijo. Ningún divorcio es fácil, pero es un duro golpe que se puede superar poco a poco. Como padres debemos pensar en la posición de los niños y como la decisión influirá en ellos.
Lo primero que hay que hacerles entender a los niños es que no es su culpa, que, aunque papá o mamá tengan problemas o no logren entenderse no significa que seas el culpable de eso. Es importante, que los padres lo expliquen juntos, y hacer entender que el cariño y el amor hacia él no va cambiar y que siempre estarán disponibles para cuando los necesite.
Los niños no necesitan estar tan involucrados en un problema que les pertenece solo a los adultos, por eso, no le ofrezcas muchos detalles o información sobre las razones del divorcio; por lo que se recomienda evitar las peleas o diferencias frente a los hijos. Se les debe hacer entender, que, aunque se tienen cariño, son personas diferentes que decidieron continuar con sus vidas de forma separada para no dañarse.
Muchas veces a los niños también les cuesta expresarse, y de explicar sus sentimientos, tristezas o frustraciones, lo que en muchas ocasiones puede ser una bomba de tiempo, por eso, como padres debemos permitir que puedan hacerlo, prestarle atención y preguntarle cómo se siente.
Es primordial que esta situación sea conversada con la maestra, para ayudarlo de igual forma en todo el proceso, y estar preparados ante cualquier conducta negativa y controlarla.
El niño debe entender que mamá y papá siempre serán sus padres, no es su culpa, es un cambio, las cosas funcionarán bien, mamá y papá siempre te amarán y estarán para ti.
Una de las mejores formas de llevar el tema con normalidad es sin duda la custodia compartida, autonomías en las que se ha impuesto este sistema de coparentalidad han reducido drásticamente los conflictos en la separación que directa o indirectamente afectan a los hijos.
La coparentalidad se define como el echo de compartir derechos y responsabilidades del padre y la madre sobre los hijos. En realidad se trata de hacer cumplir un derecho de los hijos que los padres y madres tienen la obligación de cumplir, un hijo posee el derecho de conservar una relación en todos los ámbitos, incluidos el moral, educativo, en tiempo…. con sus padres mismos si éstos se divorcian.
Aunque la custodia compartida tiene detractores bajo un falso mantra que dice que si es impuesta NO, la realidad es que en todo caso sería impuesta por un juez como primera medida ante un divorcio. Es el propio juez quien bajo ningún concepto la concederá ante indicios objetivos de malos tratos o falta de aptitud de uno de los progenitores.
Obviamente cualquiera en su sano juicio está contra los malos tratos y más cuando se trata de menores de por medio, la violencia de genero o la violencia en el núcleo familiar, es sin duda algo execrable pero que nada tiene que ver con la coparentalidad o la custodia compartida.
Para educar a nuestros hijos en equidad e igualdad es importante decirles que mamá y papá son iguales, tienen las mismas obligaciones y los mismos derechos sobre el niño. Si los padres conviven, esta debe ser la situación ideal y deseable, si ambos cesan la relación entonces tambien debe ser así.
Esther R.
Aunque yo siempre he criticado que las sentencias no fijan obligaciones económicas para las custodias solo para los no custodios pero las mamás también tienen obligaciones económicas no solo afectivas en resumen hasta que llegó el Tribunal Supremo aquí el cariño lo daban las mamás y el dinero los papás