La educación de valores para formación
Una gran parte de la sociedad jamás se preocupó en conceituar y definir valores, ellos fueron siendo pasados de generación la generación por las familias, dejando a cargo de los estudiosos de las ciencias educacionales y filosóficas la preocupación de una comprensión más científico y una problematização mejor elaborada en el que se refiere a la definición de los conceptos de valor, ética y moral.
Cada familia educa sus hijos en consonancia con los valores que recibe y perfecciona a lo largo de los años. Pues como ya sabemos la sociedad y/o grupos sociales educan sus hijos, sean ellos niños, jóvenes o adolescentes, para que sus costumbres y su cultura sean eternizados y pasados para las futuras generaciones.
Dentro de la educación informal es hasta aceptable, el desconocimiento de los reales conceptos científicos y filosóficos de valor, moral y ética, por qué mismo sin el conocimiento y las definiciones filosóficas y educacionales de estos principios, casi todas las familias consiguen educar sus hijos y les transmitan, lo que juzgan necesario para el desarrollo socio-emocional de los mismos.
En contrapartida se hace necesario que por parte de los educadores, y de las instituciones escolares, a los cuales compiten a la educación formal, estad bien definidos los conceptos y definiciones del que realmente son los valores, lo que se entiende por moral y por ética asuntos ya bastante hablados, discutidos y pensados por educadores, psicólogos y filósofos en el sentido de buscarse definiciones más concretas que facilitaran el debate y la enseñanza de estos conceptos, con nuevas propuestas y nuevas formas de educarse valores, a fin de construir una sociedad más justa y más armoniosa.
Según Facundes (2001) la crisis social en que la sociedad se encuentra está directamente conectada a los valores que están siendo perdidos y olvidados por aquellos a quien cabe la responsabilidad de los transmitís y el desconocimiento de aquellos que deberían estar aprendiendo sea por enseñanza directa o por observación del comportamiento del otro. Platón ya decía: – se lleva 50 años para formarse un hombre.
Otro factor importante a ser discutido y repensado en este proceso de educación de valores, es que, para que una persona pueda ejercer de hecho aquello que ella aprendió es necesario poseer la autonomía para desenvolver y colocar la prueba lo que le fue enseñado. Para Lima (2005, p. 42,), uno niño que obedece a los adultos solo cuando ellos la están viendo, son heterônomos, o sea, son aquellos que solo obedecen a las reglas de los otros sin pensar en el porqué de la regla, en por qué ella es importante para su bienestar y del otro. Ese tipo de reproducción de valores no nos interesa, pues el individuo crecerá con fallos de conducta moral y solo obedecerá cuando esté siendo observado y/o vigilado.