Muchas veces la forma como los padres se relacionan con los hijos en diferentes contextos puede desarrollar una relación complicada, donde se puede ver afectado el sentimiento de apego que forma parte del crecimiento de los niños.
El apego visto desde el punto de vista como el vínculo emocional que existe desde que el niño nace hasta cuando busca la proximidad con los padres o con sus cuidadores. Es esa conexión que se pone a prueba en los momentos difíciles sobre todo cuando existe dolor, miedo o tristeza; en otros términos, es el vínculo que lo hace sentir seguro y a salvo.
Esta conexión se desarrolla durante la edad temprana del niño y va servir de guía para experiencias o problemas del día a día. Los niños que reciben este sentimiento de apego se consideran más aptos para ser queridos por los demás y más capacitados para enfrentarse a las adversidades, teniendo consideración de sus pensamientos, acciones y sentimientos, además de tener más capacidad de comprensión, empatía y tolerancia, teniendo más probabilidades de compartir y recibir confianza.
Sin embargo, muchas veces los padres están muy ocupados con sus propias sentimientos competitivos y agresivos, que regañan a sus hijos sin evaluar sus necesidades y desarrollando inseguridad en el apego. Esto suele generarse por las notas del colegio, las actividades deportivas, las competencias, donde los padres presionan a los hijos por ganar y ser el mejor, abriendo la brecha a los niños se obsesionen y sufran de ansiedades y estrés. En este caso, los niños empiezan a desarrollar expectativas exageradas y dan paso a las inseguridades, debilitando el apego padres e hijos.
Muchas veces los padres son demasiado ambiciosos y competitivos, presionando a los hijos a satisfacer sus propias necesidades de éxito. Esta situación crea es un sentimiento de culpa constante por parte de los hijos por no poder cumplir las expectativas de sus padres, sintiendo la necesidad permanente de tener éxito para sentir su aprobación.
Lo realmente valioso como padres es brindar apoyo emocional a sus hijos durante sus actividades, entrenamientos, competencias, etc.; de esta forma se fortalece la confianza y se mantiene el sentimiento de apego.
Esther R.